La Gran Ruta de la Seda: por qué siempre había agua en pozos en medio del desierto

La Gran Ruta de la Seda que conectó China y las ciudades de Asia Central con los países mediterráneos durante muchos siglos jugó un papel importante en los procesos de intercambio de mercancías y culturales entre estas regiones. Originada en el siglo II aC como una ruta comercial entre China y las ciudades del Valle Ferghana, más tarde adquirió el estatus de la arteria de transporte más importante entre Oriente y Occidente y duró hasta la Edad Media.

Una parte importante de la Gran Ruta de la Seda atravesó los territorios desérticos de Asia. Para transportar bienes valiosos, los comerciantes usaban principalmente camellos, que eran perfectamente adecuados para moverse en arena caliente.

El mayor problema que enfrentaron los viajeros fue la falta de agua en la mayor parte de la ruta. Y para que los camellos no llevaran contenedores con agua, que ocupaba un lugar útil y reducía el volumen de carga transportada, los brillantes diseñadores de la antigüedad construyeron pozos en medio de arena caliente. Se llamaban "sardoba", y siempre tenían agua. Tales pozos se pueden encontrar hoy en algunas ciudades de Asia Central.

Parece increíble, pero los antiguos ingenieros utilizaron el efecto torbellino para construir los pozos. El diseño en sí mismo desde el exterior se parecía a una pequeña carpa de piedra y tenía varios agujeros. Más de la mitad del pozo estaba sumergido en el suelo, y para llegar al agua, uno tenía que bajar las escaleras. Gracias a la construcción especial del techo y las aberturas laterales, el aire del desierto circulaba constantemente a través del pozo, cuyos volúmenes, según los expertos, alcanzaron varios miles de metros cúbicos por día.

Incluso en el desierto caliente el aire contiene vapor de agua. La idea de la construcción ingeniosa se basa en este conocimiento. Al entrar en el pozo, donde, según los recuerdos de los viajeros árabes, siempre estaba fresco, el aire caliente se enfriaba y liberaba el agua en forma de gotas. El agua más pura y fresca fluía por un montículo de piedra en una depresión especial en el fondo del pozo, desde donde la gente lo tomaba para beber y beber camellos.

Desafortunadamente, no se conservaron pruebas precisas de quiénes eran estos antiguos constructores. Pero los investigadores creen que eran ingenieros chinos. Después de todo, la Gran Ruta de la Seda jugó un papel crucial en la economía china, y el liderazgo del país hizo muchos esfuerzos para su prosperidad.

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