Arroz dorado: por qué la genética trajo arroz inusual y por qué el proyecto falló

Como la mayoría de las plantas genéticamente modificadas de las que se obtiene alimento, el público recibió bastante arroz dorado. Inicialmente, se le asignó el papel de una cura milagrosa, compensando la falta de betacaroteno, la sustancia más importante responsable de la salud de los órganos de la visión. Pero todo resultó ser mucho más complicado: el proyecto para el desarrollo del arroz dorado causó violentas polémicas en la comunidad científica, y los enormes costos de su creación aún no se han justificado.

La idea misma de crear arroz dorado era bastante noble. Se planeó distribuir esta planta en los países pobres del sudeste asiático, cuya población, debido a una dieta desequilibrada, sufre de una cantidad insuficiente de betacaroteno, una sustancia necesaria para la producción de vitamina A en el cuerpo humano. Los principales consumidores de la nueva cultura serían Filipinas, Sri Lanka, Bangladesh e India. Según los científicos suizos involucrados en el desarrollo de productos, las primeras muestras de arroz dorado se crearon en el año 2000. A pesar del hecho de que han pasado muchos años desde entonces, el producto milagroso todavía no se encuentra en los estantes de los mercados y tiendas asiáticos.

Al final resultó que, las declaraciones de los creadores están lejos de la realidad. Después de las primeras comprobaciones de arroz enriquecido, resultó que no cumple con los parámetros declarados, ya que el contenido de betacaroteno es varias veces menor de lo planeado. Los creadores de arroz dorado continuaron su trabajo y recibieron una serie de modificaciones en las plantas que tuvieron el mejor rendimiento. Sin embargo, según los expertos, es mucho más racional y simple aumentar la ingesta de zanahorias, calabazas, mangos y vegetales de hoja verde para obtener una norma diaria de betacaroteno. Además, varios programas internacionales para combatir la deficiencia de vitamina A implementados en países del sudeste asiático ya han demostrado su eficacia. Se observa que los costos de su implementación son significativamente menores que los fondos que se gastaron en la creación de arroz genéticamente modificado.

Además, el nuevo cereal reveló otro inconveniente significativo: el betacaroteno se absorbió completamente solo en presencia de grasas animales, por ejemplo, mantequilla. Los críticos del proyecto señalaron acertadamente que nadie iba a suministrar petróleo a los habitantes de Filipinas o Bangladesh para que el arroz dorado traiga los máximos beneficios.

El proyecto de crear arroz dorado, que causó una gran protesta pública, todavía está en desarrollo.

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