En Europa, abrió otra planta que extrae dióxido de carbono de la atmósfera.

El exceso de dióxido de carbono en la atmósfera de nuestro planeta siempre ha preocupado a los ecólogos y científicos. Pero, como resultó, el problema puede convertirse en valiosas materias primas y usar gas para producir combustible u otras cosas útiles. Esto es exactamente lo que hace la empresa suiza Climeworks, que ha abierto otra planta para la extracción de dióxido de carbono de la atmósfera.

En el verano de 2017, se inauguró en Suiza la primera planta de recuperación de dióxido de carbono del aire. La fábrica fue construida por Climeworks cerca de Zúrich. La compañía ha instalado equipos cuya operación se basa en la tecnología DAC. Tecnología DAC (Captura directa de aire): la "captura y purificación directa del aire" se basa en la extracción de dióxido de carbono del aire atmosférico, al aspirarlo con una gran aspiradora. El material del filtro contiene aminas, químicos especiales que atrapan el dióxido de carbono. La capacidad de diseño de esta planta es de 900 toneladas de dióxido de carbono por año. Si se compara con los objetos reales que producen este gas de efecto invernadero, resulta que el trabajo de la planta nivelará las emisiones de dióxido de carbono de 200 automóviles en funcionamiento. Por supuesto, esto es insignificante incluso en la escala de una gran ciudad, sin mencionar el país o el mundo, por lo que el proyecto tiene una serie de críticos que señalan su baja eficiencia.

Pero los suizos no tienen la intención de detenerse allí y continuar abriendo nuevas plantas. No hace mucho tiempo, la compañía abrió su tercera planta de purificación de aire con dióxido de carbono, que se encuentra en el municipio italiano de Troya, provincia de Foggia. Esta planta capturará hasta 150 toneladas de gas por año. El dióxido de carbono extraído se planea enviar a la producción de metano, a los productores agrícolas, y también a las empresas industriales que requieren esta materia prima en el proceso.

Como muestra la práctica, resultó ser mucho más difícil limpiar el aire de gases de efecto invernadero que contaminarlo. Pero el ejemplo de Climeworks demuestra que el dióxido de carbono puede y debe combatirse.

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